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  • Foto del escritorArmando Martinez

RESPETO

Un capítulo se cierra, otro se abre. Respeto al sacrificio.


Hace breves momentos renunció el -por 5 días- presidente encargado Manuel Merino.


Desde un inicio la población se manifestó en contra de la decisión del Congreso de vacar por "permanente incapacidad moral", con 105 votos a favor y 19 en contra, al entonces presidente Martín Vizcarra. Se produjeron marchas de ciudadanos en muchas regiones del país; Lima no fue la excepción y -por el contrario- probablemente ha sido el lugar donde más extensas han sido y con enfrentamientos más duros con la policía.


El pico de los sucesos que desencadenaron la renuncia del señor Manuel Merino se dieron desde altas horas de la noche del 14.11.2020 y se prolongaron durante la madrugada del 15.11.2020, con un triste balance: 2 jóvenes fallecidos, más de 100 heridos y 41 desaparecidos.


Se debe investigar la actuación de la policía, también la de la población que se enfrentó a aquella; quedan preguntas por resolver, ¿hubo infiltrados?, ¿todos los disparos provinieron de la policía? Pero, lo que ahora toca es dar nuestro respeto -y gratitud- a todos los marchantes cívicos, a su sacrificio y, en particular, a los jóvenes fallecidos; todos ellos han determinado, en gran medida, el cierre de un controvertido capítulo -con el cual no estuve de acuerdo (ver link aquí, 10.11.2020)- para permitir que se abra otro aún en desarrollo: la renuncia de la Junta Directiva del Congreso y la elección y nombramiento de un(a) nuevo(a) presidente(a) encargado(a).

Por el contrario, no veo como sacrificio alguno la masiva renuncia de casi todos los ministros de Manuel Merino, pues (a) si no estuvieron de acuerdo con la situación general, nunca debieron haber aceptado el cargo, (b) si recién se dieron cuenta de cómo podría venir la situación cuando estuvo frente a sus narices, entonces su falta de visión nunca los hizo aptos para un cargo tan importante y, (c) porque lo veo como un abandono de cargo, dejando al país cercano a la anarquía con 13 de 19 ministerios sin ministro (véase en La República, del 15.11.2020).


Y, sobre este último aspecto, no encuentro justificación en el artículo 128 de la Constitución Política del Perú, cuya invocación vino circulando en redes sociales desde la noche del 14.11.2020. Dice el segundo párrafo de ese artículo:


"Artículo 128.- Responsabilidad de los Ministros  
(...)  
Todos los ministros son solidariamente responsables por los actos delictivos o violatorios de la Constitución o de las leyes en que incurra el Presidente de la República o que se acuerden en Consejo, aunque salven su voto, a no ser que renuncien inmediatamente". 

Este párrafo se refiere a los actos delictivos o violatorios de la Constitución o de las leyes en los que incurra el Presidente de la República, pero nadie acusó o imputó al señor Manuel Merino responsabilidad delictiva o infractora por los sucesos ocurridos durante su breve mandato.


Dos caras de una moneda que motiva una reflexión casi instantáneamente: ¿quién representa al Pérú?, ¿qué actitud se acerca a lo que somos o aspiramos?


¿Serán los 105 congresistas que votaron a favor de la vacancia presidencial?, ¿los ministros renunciantes? o, ¿los marchantes cívicos? Yo me siento representado por estos últimos.


Dentro del capítulo por escribir de nuestra historia se encuentra pendiente la demanda competencial que será analizada por el Tribunal Constitucional el 18.11.2020 (ver en Gestión). Este órgano constitucionalmente autónomo evaluará si el Congreso fue competente para decidir la vacancia presidencial con base en el artículo 113 inciso 2 de la Constitución Política del Perú. Eventualmente podrá determinar que esa decisión fue inconstitucional y, por ende, que es nula la vacancia del señor Martín Vizcarra. Pero, de ocurrir así, sería torpe que el señor Vizcarra o sus asesores vieran esto como una victoria, pues no sería un premio, sino un encargo con la enorme responsabilidad de llevar al Perú a la transmisión del mando presidencial el 28.07.2021, así como conducirnos con certeza y transparencia en especial (i) en la lucha contra ese flagelo llamado COVID-19, (ii) sin dejar de impulsar la economía que viene resurgiendo poco a poco. No sería un cheque en blanco... nuestros "representantes" saben que las calles estarán esperándolos de regreso de ser necesario.


Concluyo. Siempre he dicho que la mejor manera de honrar el sacrificio es preguntarnos qué hubiera querido para nosotros ese padre, madre o hijo que nos ofrendó su vida, tiempo o recursos. Creo que hubieran querido que continuemos con nuestro camino, apuntando a ser mejores personas y ciudadanos. Es el mejor acto de respeto que podremos darles.






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