Imperativo realista y moral para los dos candidatos presidenciales.
Esta es la "foto" de la pobreza por regiones en un cuadro comparativo 2019-2020:
Este cuadro ha sido publicado por el diario El Comercio (15.05.2021, página 18) en la nota periodística que titula "Un alza de casi 10 puntos y un retroceso de 10 años". Una noticia muy similar (puede verla aquí), fue publicada por este mismo diario el 14.05.2021 bajo el título "Pobreza monetaria aumentó en 9,9 puntos porcentuales en el 2020 y confirma retroceso a niveles del 2010" e indicaba que, "según la información proporcionada por el INEI… el 30.1% de la población del Perú se ha visto afectada por la pobreza en el 2020". De igual manera Gestión en su redacción del 14.05.2021:
"La pobreza monetaria afectó al 30,1% de la población del país en el 2020, al incrementarse en 9.9 puntos porcentuales en comparación con el año 2019, reveló el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Al ser la población del Perú de 32 millones 625 mil, se estima que unas 9′787,500 son pobres. Esta cifra implica que unas 3′229,875 personas cayeron en la pobreza el año pasado" (ver enlace).
Quiere decir que 3 de cada 10 peruanos son pobres, cuando en el 2019 prácticamente lo eran 2 de cada 10.
Veamos otra gráfica de esta misma situación:
[Fuente: DPN SUNASS]
¿Cuál es el imperativo realista y moral de los dos candidatos presidenciales, el cual deberán seguir y cumplir cuando uno de ellos llegue a ocupar el sillón presidencial? Cambiar esta foto.
Y este imperativo alcanza a todos los que ejercen gobierno, es decir, también a los congresistas, gobernadores regionales y alcaldes.
Cuando uno es candidato suele tener claro que el Estado debe gastar plata y así lo expresa muchas veces de manera ligera en sus promesas electorales, pero pocas veces tiene claro cómo generar ingreso y éste no se crea sacando plata de un bolsillo (el presupuesto público), para pasarlo a otro (la población), con bonos por ejemplo, pues al final puede ser un juego de “suma cero”; se hace generando riqueza, así la plata va para ambos bolsillos.
Esto es lo que el Presidente de la República, los gobernadores regionales, alcaldes y congresistas deben hacer como un imperativo: enfocarse en la creación de riqueza.
Pero, no nos equivoquemos; ya hemos vivido esto: la creación de riqueza no es lo mismo que generación de desarrollo. La riqueza es condición necesaria para el desarrollo, pero no es condición suficiente.
Reducción de la corrupción pública y privada, reducción de la informalidad(*) y mejora en la gestión pública: es una receta para crear riqueza y para generar desarrollo. Las tres son difíciles. Pero, la población no quiere ni está para excusas: no digan después que no pudieron, que no los dejaron; no me (nos) importa de qué partido político sean o qué orientación tengan, no deberían postular si quieren un escenario fácil. Postular sin estar a la altura de las circunstancias es una forma de corrupción porque se sustenta en el engaño y, tal vez, en el autoengaño.
___________________
(*) Es frío decirlo, pero es cierto: 7 de cada 10 peruanos -ahora con la pandemia del COVID-19 tal vez sean 8 de cada 10 peruanos- es informal, o sea, no tributa. Dicho de manera más específica: no pagan impuesto a la renta por los ingresos que tienen. Eso quiere decir que, 7 de cada 10 peruanos que hemos visto lamentarse por su propia situación o la de un familiar enfermo por el COVID-19, no tributa. Incluso si restamos al 30% pobre (y consideráramos que todos ellos son informales, lo que no es correcto), concluiríamos que hay 4 de cada 10 que sí pueden tributar, pero no lo hacen; sin embargo, sí exigen acciones al Estado. Esto no es coherente y debe cambiar.